Porcelana
En su cara, ayer blanca porcelana
hoy hay surcos de ciento seis años.
Se pasea por las ramblas,
con sus andares garbosos,
andares de ciento seis años,
con zapatos de charol de medio tacón,
pantalones de color salmón,
blusa estampada de cachemir,
chaqueta morada;
al cuello un pañuelo a juego,
¡un pequeño bolso
donde guarda sus recuerdos,
una sombra discreta en sus ojos,
sus mejillas sonrosadas
y ese carmín en sus labios.
Un bastón en sus manos,
báculo que sostiene sus pasos.
¡Que garbo,
que elegancia!
y solo tiene ciento seis años!