Imagen de Ato Togo
Ya estoy
preparado, fueron tus palabras. Vámonos.
Pero no corras,
tenemos tanto tiempo....
Cariño, el
tiempo no existe. Fue inventado.
Lo inventó un
ave envidiosa de nuestra felicidad.
¿Acaso no lo
recuerdas?
Fue un día.
Paseábamos por un sendero recubierto de helechos,
mientras las
aguas del rio serpenteaban por las montañas.
Tus pasos se
unieron a los míos,
nos miramos y
reconocimos nuestros nombres.
Pesaban tanto
en nuestras mochilas
que
revoloteaban a nuestro alrededor,
los trasportaba
el viento.
Quise coger mi
nombre, no pude y cogí el tuyo.
Y un ave
parlanchina y envidiosa susurro en tu oído:
Yo soy el
tiempo, el tiempo que no tienes,
el tiempo que
se fue.
No corras,
amor, no corras, no existe el tiempo,
detén tus pasos
junto a los míos para emprender el camino.
De la Safor:
Me encanta, es precioso.
ResponderEliminarBesos
Gracias ISIS por tu comentario
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