martes, 17 de junio de 2014

Difícil sería, oh reina, contar menudamente mis infortunios, pues me los enviaron en gran abundancia los dioses celestiales; (Iliada Odisea)






                                          Foto de Santiago Montero

No me busques entre ciudades repletas de  gente, ni en calles de asfalto.

Deja que piense…
Te esperaré en los montes,
entre sombras de helechos,
entre  las flores silvestres,
ahí, donde se paran las horas,
donde solo el olvido de las horas perdidas, 
donde duermen los duendes.

Búscame,  me encontrarás vestida del color de la tierra,
del color del silencio que desprenden las piedras,
de la risa del viento.

Vestida  con las plumas del ave que despide al invierno.
Untada de tomillo y  romero.
Búscame, estoy durmiendo mi sueño,
riendo como ríe el viento,  
con los ojos abiertos.

 Éxodo 22, mi ira se encenderá y os matara a filo de espada.   Hola Pichín, hace algún tiempo que nos conocemos, bueno, que te conozco. ...